Chivas vivió una noche de fiesta y terminó goleando 4-2 a Rayados en un juego que tuvo emociones de sobra y un ambiente caliente desde temprano. El Guadalajara salió con el acelerador a fondo, presionando alto y recuperando balones en zonas donde a Monterrey siempre le duele. Esa intensidad se reflejó rápido en el marcador: desbordes, triangulaciones y una definición clÃnica que abrió el camino.
La noche se encendió todavÃa más cuando Javier “Chicharito” Hernández apareció justo donde sabe aparecer. Un movimiento corto en el área, un centro que parecÃa medio perdido y, de pronto, el toque letal que puso a todo el estadio de pie. Fue el tipo de gol que cambia el ánimo y empuja al equipo a ir por más.
Rayados respondió con chispazos, pero el funcionamiento volvió a generar molestia en su afición, que no dejó de mostrar su inconformidad. El enojo creció aún más por la no participación de Ocampos, ausencia que muchos no entendieron.
Y mientras Monterrey batallaba, Chivas siguió firme. El cuarto gol cayó en una jugada que ya es marca registrada: velocidad, lectura y frialdad de parte de su delantero sensación, La Hormiga, quien no solo cerró la goleada sino que, con ese tanto, aseguró el campeonato de goleo. Momento redondo para él y para el equipo.
Rayados maquilló el marcador con dos anotaciones tardÃas, pero nunca estuvo realmente en control. El partido terminó 4-2, con Chivas celebrando a lo grande, con su goleador coronado y con la afición rojiblanca viviendo una noche de esas que se guardan un buen rato.
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